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Los retos del hidrógeno verde

Los retos del hidrógeno verde

11 de Septiembre de 2023 Cambio Climático, descarbonización
El hidrógeno verde es un combustible que ya se postula como el vector energético clave para alcanzar la descarbonización del planeta y cumplir con los compromisos marcados para 2050 en la lucha contra el cambio climático, pero su implantación definitiva depende de que se afronten con éxito una serie de retos económicos, políticos y sociales.

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El hidrógeno verde es eficiente y 100% sostenible y los estudios vaticinan que será el combustible del futuro, pero para ello se deberán superar o afrontar diversas barreras y retos de diversa índole, al tiempo que se hace más que necesaria la construcción y el desarrollo de infraestructuras asociadas a este sector. 

Punto de partida

El hidrógeno es el elemento químico más abundante de la naturaleza y su demanda como combustible se ha multiplicado por tres desde 1975 (en 2018 se alcanzaron los 70 millones de toneladas anuales). Cuando hablamos de hidrógeno verde, nos referimos a un hidrógeno que ha sido obtenido a partir de fuentes de energías renovables utilizando como materia prima el agua, mediante un proceso de electrólisis; es decir, un hidrógeno sostenible. Sin embargo, el 99% del hidrógeno consumido en España no es verde sino gris (producido a partir de gas natural u otros hidrocarburos ligeros como metano o gases licuados de petróleo mediante procesos de reformado), por lo que contiene emisiones.  

En nuestro país, el consumo anual asciende a 500.000 toneladas de hidrógeno y la práctica totalidad se circunscribe a las plantas de fabricación de productos industriales y a las refinerías.

Inconvenientes del hidrógeno verde

Pese a que son muchas las ventajas del hidrógeno verde, no pueden obviarse algunos inconvenientes a los que hay que hacer frente siendo el principal el del costede producción. Y es que la energía procedente de fuentes renovables necesaria para generar el hidrógeno verde a través del proceso de electrólisis es más cara. 

De hecho, a la hora de poder realizar un análisis sobre la posible evolución de la producción de hidrógeno verde siempre hay que tener en cuenta los costes de dicha producción. Asimismo, si se analiza cómo se encarece el hidrógeno verde hay que poner el foco no solo en el proceso de producción, sino también en el almacenamiento y el transporte. 

Tampoco puede perderse de vista que países como Chile, Marruecos, Canadá y Rusia tienen entre sus planes producir hidrógeno para exportarlo a Europa a unos costes previsiblemente competitivos con el que puede producirse dentro de las fronteras europeas, por lo que será necesario que los estados miembro planifiquen sus economías de hidrógeno.

Asimismo, no son menos importantes los retrasos actuales en cuanto a la tramitación de estos proyectos. Actualmente, los procesos de tramitación administrativa de proyectos energéticos están llevándose a cabo en plazos muy superiores a los establecidos por la normativa correspondiente. 

Los proyectos de energías renovables tardan casi cuatro años de media en obtener los permisos en España. Así lo refleja el último informe de Economist Intelligence: EIU, ‘The global green subsidy race: How it is reshaping climate policy and geopolitics?’, situando el proceso de concesión de permisos para proyectos fotovoltaicos en una media de tres años y para proyectos eólicos en una media de cuatro años.

La estructuración de los trámites resulta excesivamente larga, llegando a generar en ocasiones duplicidades que dificultan más la eficiencia del proceso. El problema de la tramitación administrativa se extiende a todos los ámbitos del sector energético.

Cumplimiento de la estrategia prevista

Para llevar a cabo el proceso de descarbonización y transición energética se han realizado distintas previsiones, como las incluidas en la ‘Estrategia a Largo Plazo para una Economía Española moderna, Competitiva y Climáticamente Neutra en 2050’, documento que establece tres horizontes temporales: 2024, 2030 y 2050. Del grado de cumplimiento de estas previsiones despenderá en parte el éxito de la implantación del hidrógeno verde.

En la primera fase, que concluye el próximo año, se prevé la instalación de al menos 6 GW de electrolizadores en la UE y la producción de hasta 1 millón de toneladas de hidrógeno renovable. Asimismo, se facilitará el consumo de hidrógeno renovable mediante nuevas aplicaciones de uso final como procesos industriales o transporte pesado.

En el período 2025-2030, la producción de hidrógeno renovable debe alcanzar en la UE los 10 millones de toneladas. Pero no solo eso. Su coste debe ser competitivo, lo que hará necesario contar con inversiones e infraestructuras.

Por último, en el período 2030-2050 el hidrógeno renovable debe haber alcanzado su despliegue a gran escala y se prevé, por ejemplo, que un 25% de la electricidad renovable podría usarse para la producción de hidrógeno verde. 

Los planes del Gobierno español

El Ministerio para la Transición Energética y el Reto Demográfico publicó en 2020 la ‘Hoja de ruta del hidrógeno renovable’. El objetivo de este documento es identificar los retos y oportunidades de esta fuente energía renovable y favorecer las inversiones en torno a la misma, con el horizonte final de situar a España como un referente en la producción el aprovechamiento del hidrógeno verde. 

Esta hoja de ruta se marca además una serie de retos como son la reducción de las emisiones contaminantes y los gases de efecto invernadero o la ampliación de la descarbonización a sectores donde la electrificación no es viable o rentable, por citar algunos.

Para ello es necesaria la creación de clúster tecnológicos y proyectos piloto a escala regional, el fomento de la innovación industrial y la disponibilidad de energía renovable a precios competitivos. 

Por último, la hoja de ruta estima necesaria una inversión de casi 9.000 millones de euros en el período 2020-2030. El cumplimiento de estos objetivos y estas medidas determinará el papel de España en la economía del hidrógeno verde.

Conclusión

Para alcanzar una economía climáticamente neutra en 2050 es necesario eliminar las emisiones contaminantes y de gases efecto invernadero en sectores y procesos difícilmente descarbonizables.

Actualmente la mayoría del hidrógeno producido (más del 90%) genera emisiones, si bien existe un fuerte impulso gubernamental por electrificar numerosos procesos con una matriz eléctrica limpia jugando un gran papel los ’clusters del hidrógeno’.

Las principales ventajas del hidrógeno verde radican en que es 100% sostenible, almacenable, versátil y transportable. Los principales inconvenientes del hidrógeno verde son su elevado coste actual, su intensidad de gasto energético y su mayor despliegue de seguridad (por ser volátil e inflamable).

La economía española, con sus ventajosas condiciones climáticas y grandes superficies libres para instalación de plantas de producción de energía renovable (solar y eólica) puede posicionarse para ser uno de los principales proveedores europeos de hidrógeno verde superando los retos del hidrogeno con voluntad, presupuesto e investigación enfocada. 

Se considera fundamental la simplificación administrativa de los trámites para la operación y ejecución de instalaciones de producción de hidrógeno verde y la homogeneización de los procedimientos administrativos de las diferentes comunidades autónomas.

 

 

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