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Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima para luchar contra la emergencia climática (PEIEC).

Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima para luchar contra la emergencia climática (PEIEC).

30 de Julio de 2020 PLAN CAMBIO CLIMÁTICO, ADAPTACIÓN, SUMIDEROS, ENERGÍA RENOVABLE, Eficiencia Energética, Innovación, ECONOMÍA, Gases de efecto invernadero (GEI), Agenda 2030, Extremadura, España, EVALUACIÓN AMBIENTAL, PLAN EXTREMEÑO INTEGRADO DE ENERGÍA Y CLIMA, Emergencia climática

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Se trata del primer plan regional integrado de Energía y Clima de España con el que Extremadura muestra su compromiso en la lucha contra la emergencia climática y se coloca en vanguardia en el proceso de transición energética, tras el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 que impulsó el Gobierno de España el pasado mes de marzo.

Se trata de un documento de planificación estratégica que propone la Junta de Extremadura para contribuir, desde una perspectiva regional, a la consecución de las metas determinadas en los Acuerdos de París y en la nueva Ley del Clima Europeo. Este servirá de referencia para las actuaciones que se desarrollaren en el horizonte 2030 en materia de transición energética y cambio climático y como soporte para la reactivación económica y el empleo.

En este contexto, la Junta de Extremadura con la participación de la sociedad extremeña y la concertación con los agentes sociales y empresariales más representativos, ha elaborado una modelización propia que ha ayudado a cuantificar la evolución de los consumos energéticos y de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI). Así, el objetivo principal del Plan es la reducción de GEI en la atmósfera, a través de la minimización de emisiones o la mejora de los sumideros de carbono.

Para ello, el plan contempla 57 medidas de carácter sectorial y transversal enmarcadas en cuatro ámbitos de actuación: mitigación, adaptación, investigación e innovación y activación social. Estas medidas permitirán alcanzar en 2030 una reducción de emisiones de GEI en un 10,03 % respecto a 2017 e incrementar un 9,8 % la capacidad de absorción de los sumideros de las emisiones de GEI. Fundamentalmente, proponen separar el crecimiento económico del aumento de las emisiones de GEI, a través de actuaciones que van desde el despliegue masivo de tecnologías de generación renovable para la producción limpia de electricidad, hasta la electrificación de cada vez más sectores de demanda, y medidas de eficiencia en edificios y en procesos industriales.

En cuanto a la “mitigación”, buscan una eficiencia energética en todos los sectores de producción a través de fuentes de energía renovable, con el fin de lograr una significativa reducción de la demanda energética.

En lo relativo a la “adaptación” prevén la elaboración y desarrollo de una Estrategia Regional de Adaptación al Cambio Climático, y en “Investigación e innovación” se establecerán medidas para que el sistema de ciencia y tecnología se enfoque hacia la transición energética y climática como elemento dinamizador de las empresas.

Por último, en “activación social” pretenden impulsar la participación de la ciudadanía y los agentes implicados en este proceso de transición, con actuaciones de formación e información, cálculo de la huella de carbono, así como integrar el cambio climático en el sistema educativo y luchar contra la pobreza energética.

En definitiva, el Plan incorpora una serie de medidas que buscan la generación de actividad económica y empleo sostenible, persiguiendo la reactivación económica tras el COVID-19. Este plan será presentado al Observatorio Extremeño del Cambio Climático, para que antes de finales de año, cuando se apruebe definitivamente tras su evaluación ambiental, se impliquen activamente todos los agentes extremeños afectados para intentar alcanzar el mayor consenso posible en su contenido.

Así, pretenden que en 2030 Extremadura sea una región climáticamente neutra, es decir, que las emisiones de GEI sean iguales o inferiores a las absorciones de los sumideros naturales de carbono, y que el 100 % de la energía que se produzca en la región tenga un origen renovable.

Extremadura es una región poco desarrollada que en la última década ha impulsado las energías renovables a través de inversiones, adaptación de normativas, ayudas, etc. De hecho, según el Balance Eléctrico de 2018, la producción de electricidad renovable supera la demanda regional, suponiendo en esa anualidad el 102,87% y exporta más del 75% de la electricidad que produce. Con ello, pretenden no solo transformar el modelo de consumo energético y ahorrar energía, sino también generar actividad económica, sobre todo en el medio rural, e incentivar la competitividad.

En los últimos años, en GTA Ingeniería y medio ambiente, venimos observando esta tendencia de crecimiento,  habiendo desarrollado la tramitación ambiental de diversos proyectos fotovoltaicos en la Comunidad Autónoma de Extremadura, entre otros.

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