En el marco de un plan de reconversión energética se pretende prescindir del consumo de gas natural, convirtiendo la ciudad en “zona libre de emisiones de CO2”.
El consistorio holandés desconectará de la red a 10.000 viviendas antiguas de su propiedad en 2017, y en los próximos cuatro años se espera que unos 100.000 hogares puedan valerse “de una red alternativa alimentada con la energía restante de la industria, y también la derivada de la quema de basuras en dispositivos específicos”. El objetivo es evitar un aumento de 2º de temperatura terrestre
Como en estos momentos las compañías eléctricas y de energía controlan también los contadores y las facturas, y hacen grandes inversiones para mantener las infraestructuras, el cambio debe hacerse de forma gradual para que puedan sumarse al mismo.