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RELACIÓN ENTRE CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA Y EVOLUCIÓN DE LA PANDEMIA COVID-19

RELACIÓN ENTRE CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA Y EVOLUCIÓN DE LA PANDEMIA COVID-19

03 de Abril de 2020

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Asistimos desde hace unos meses a un hecho tristemente histórico y que se recordará por mucho tiempo. Lo que empezó siendo un virus de afectación local en el ámbito de algunas remotas regiones chinas, ha acabado por convertirse en una pandemia de impredecibles consecuencias sociales y económicas y cuyo fin dista mucho de verse aún en el horizonte.
Con el paso de los meses y ante la carencia de una vacuna u otro medio de control del virus objeto actualmente de una intensa investigación, la única medida que los gobiernos han podido tomar, es la puesta en cuarentena de la población, primero como recomendación y posteriormente mediante la obligación de su cumplimiento.
El confinamiento de la población no sólo está suponiendo un gran esfuerzo de la sociedad, ya que las graves consecuencias sobre la economía, tanto a nivel empresarial como a nivel de economía familiar, son de una magnitud actualmente indeterminada.
No obstante, si hay algún aspecto que se haya visto beneficiado por la casi desaparición de la vida en las calles, es el medio ambiente, ya que, el confinamiento de la población ha traído consigo una drástica reducción del tráfico rodado, con la consecuente reducción de las emisiones de gases perjudiciales para la atmósfera (principalmente los NOx).
Comparando las imágenes de marzo de 2019 y la de marzo de 2020 se aprecia cómo la contaminación, sobre todo en grandes ciudades como Madrid y Barcelona, ha descendido notablemente. Respecto de la superficie se aprecia que la extensión de la contaminación máxima (colores rojos intensos), tanto en el área de Madrid como en el de Barcelona se ha visto reducida en los siguientes términos:

•    AREA DE MADRID: la superficie afectada por valores máximos de contaminación por NOx pasó de 1.500 km2 en marzo de 2019 a sólo 115 km2 en 2020, lo que supone una reducción del 92,34%. No obstante, cabe aclarar que, si bien en 2019 la superficie afectada por valores máximos de contaminación era la reseñada de 1.500 km2, se puede ver cómo se extendía hacia el suroeste una amplia zona de contaminación, con una superficie de unos 3.400 km2, con valores cercanos a los máximos.


•    AREA DE BARCELONA: por su parte, el área del entorno de la ciudad de Barcelona pasó de 4.200 km2 en marzo de 2019 a 300 km2 en 2020, lo que supone una reducción del 92,86%.

Desde otra perspectiva, como cabe discernir de la propia paleta de colores, se percibe claramente cómo la cromatografía atmosférica ha evolucionado de valores máximos a otros intermedios. Así, mientras en 2019 los valores máximos, que representan una contaminación por NO2 de en torno a 1x10-4 µmol/m2 son claramente visibles y predominantes tanto en la comunidad de Madrid como en Cataluña, en marzo de 2020 los colores dominantes pasan del rojo intenso a una mayoría de celestes y azules cuyos valores se registran en torno a 3x10-5 µmol/m2, lo que indica una mejoría porcentual próxima al 70%.
El dióxido de nitrógeno (NO2) y el óxido de nitrógeno (NO) juntos, forman los denominados genéricamente óxidos de nitrógeno (NOx=NO+NO2). Los NOx se pueden producir como resultado de actividades antropogénicas (especialmente la combustión de combustibles fósiles y a quema de biomasa) y procesos naturales (como procesos microbiológicos en suelos, incendios forestales y rayos).

El dióxido de nitrógeno es el principal contaminante de los óxidos de nitrógeno, y se forma como subproducto en todas las combustiones llevadas a cabo a altas temperaturas.
Con respecto a los impactos producidos en el medio ambiente, se trata de una sustancia que tiene una gran trascendencia en la formación del smog fotoquímico, ya que al combinarse con otros contaminantes atmosféricos influye en las reacciones de formación de ozono en la superficie de la tierra.
Por otra parte, el NO2 se forma a partir de la oxidación del óxido nítrico (NO), y tiene una vida corta en la atmósfera ya que se oxida rápidamente a nitratos (NO3-) o a HNO3 (ácido nítrico), produciendo en este último caso el fenómeno de la lluvia ácida.
El drástico descenso del tráfico en todo el país ha provocado que los niveles de contaminación por NOx se hayan igualado a niveles de mediados de agosto de 2019. Se podría decir que lo que no han conseguido las diferentes cumbres climáticas (Kyoto, París, Madrid) a lo largo de los últimos años, lo ha conseguido el COVID-19.

Manuel A. Díaz
Ingeniero de Montes.

 

 

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