Existe un consenso a nivel Europeo en que el camino de la recuperación económica debe ser necesariamente verde, con la lucha contra el cambio climático como elemento central. Para ello, los países europeos cuentan con claros planes, como es el Pacto Verde Europeo (European Green Deal).
El Pacto Verde Europeo, anunciado recientemente por la Comisión Europea se presenta como una importante “hoja de ruta para una recuperación económica que tendrá la descarbonización como eje estratégico de acción”.
Es prioritario avanzar en la economía englobando la gestión de los principales retos ambientales, abordando, entre otras cuestiones, la mitigación y adaptación al cambio climático, la descarbonización de la economía y el fomento de la economía circular.
En este sentido, España dispone del Plan Nacional Integrado de Economía y Clima (PNIEC) y la futura aprobación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, herramientas alineadas con la agenda de desarrollo sostenible, que guiarán hacia una recuperación económica sostenible tras la crisis generada por el COVID-19.
Según la Agencia Internacional de Energías Renovables En nuestro país, más de la mitad de la potencia instalada ya es renovable y son renovables las tecnologías que cubrieron el 52,5% de nuestra electricidad en el pasado mes de mayo. Los nuevos proyectos de eólica y fotovoltaica compiten económicamente con las tecnologías tradicionales.
Cabe destacar que en España, se está desarrollando un ambicioso plan de energías renovables con 3.000 MW a 2022. Gracias al alto nivel de competitividad alcanzado, la energía fotovoltaica se está convirtiendo en uno de los motores de la recuperación económica sostenible en la fase post-COVID19.