Bruselas sitúa a España junto a estados como Chipre, Hungría, Irlanda, Malta, Portugal y Eslovenia porque “las estadísticas muestran que el porcentaje de residuos que acaban en vertedero es muy alto (60%) y las tasas de reciclaje demasiado bajas (30%)”.
Los principales problemas de España en materia de residuos, según la Comisión, son:
• La falta de iniciativas para gestionar los residuos de acuerdo a la jerarquía europea: prevención, reutilización, reciclaje, valorización y vertido.
• Insuficiente recogida selectiva puerta a puerta.
• Ausencia de colaboración entre administraciones
• Sistemas de responsabilidad ampliada del productor insuficientes
• Escasa gestión de biorresiduos
Para paliar esta situación, la UE reclama a nuestro país un esfuerzo adicional y detalla una serie de recomendaciones en las áreas que se deben mejorar y que se recogen a continuación:
1. Introducción de un impuesto nacional al vertido de residuos municipales.
2. Una actualización coordinada de los diferentes planes regionales de gestión de residuos.
3. Identificación de las regiones en riesgo de incumplimiento de la normativa.
4. Identificación de las regiones punteras y los factores clave de su éxito, y difusión de sus buenas prácticas.
5. Inclusión de planes de prevención en los planes regionales de gestión de residuos.
6. introducción de planes específicos de gestión de biorresiduos en los planes regionales de gestión de residuos.
7. Identificación y sensibilización sobre modelos exitosos de recogida de residuos.
8. Recopilación de capacidades y eficiencias respecto al tratamiento de residuos en las instalaciones de tratamiento mecánico-biológico (TMB).
9. Recopilación de las capacidades para biorresiduos procedentes de la recogida separada en las plantas TMB y plantas de compostaje.
10. Identificación y caracterización de las mejores plantas TMB y garantizar la transferencia de tecnología.
11. Reforma de las cargas por la gestión de residuos municipales, vinculando de forma progresiva los costes a la generación y asegurando que las actividades comerciales cubren el coste de la gestión de sus residuos.
12. Mejora y creación de nuevos sistemas de responsabilidad ampliada del productor. Para ello propone medidas como expandir esta responsabilidad a nuevos flujos de residuos (muebles, textiles, productos sanitarios y de higiene…), introducir criterios de ecodiseño (durabilidad de los productos, reciclabilidad…) o considerar la implementación de sistemas de depósito y devolución.
13. Recopilar, comparar y armonizar los métodos de cálculo de residuos municipales biodegradables enviados a los vertederos.
14. Abordar las causas de la inconsistencia entre los balances de masa reportados por las instalaciones de tratamiento y por la recogida municipal de residuos.
15. Control de los flujos internacionales de residuos.
16. Fomentar la eficiencia y las economías de escala, mediante un plan para compartir instalaciones de tratamiento (siempre que su viabilidad esté asegurada por un análisis de ciclo de vida).